17 de marzo de 2018.
Convengamos en que no es habitual el despido de quien ocupa la jefatura de la diplomacia estadounidense apenas a los 14 meses de estrenado el gobierno y en que lo es menos todavía que esa persona se entere formalmente de ello a través del Twitter, habiendo tenido como único aviso, en días previos, algunas indirectas expresadas por el jefe de la Casa Blanca.
Pero convengamos también en que el sentido de lo que es habitual ha cambiado bajo la Presidencia de Donald Trump y en que a Rex Tillerson, despedido esta semana como jefe de la diplomacia estadounidense, no le ha sucedido nada que no les haya sucedido a otros funcionarios de alto nivel. En la era del cuestionamiento sistemático de todo lo que es “establishment”, tradición, protocolo o hábito, tiene mucha lógica que las cosas ocurran así, intempestiva y abruptamente, sin el cuidado de las formas que uno asocia a otros tiempos, hoy menos de moda. .
Artículo publicado en www.latercera.com 17/03/2018. Leer artículo completo