Nicaragua: Una extraña cuarentena

Por Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017.

Hay una escena de El aviador, la película de 2006 de Martin Scorsese, donde Leonardo de Carpio se lava maniáticamente las manos hasta sacarse sangre. En estos tiempos de pandemia esa imagen resulta memorable, porque seguir al pie de la letra las indicaciones de un buen y eficaz lavado de manos después que hemos tocado algo que puede contaminarnos, la tarjeta de crédito, el dinero, una factura, el periódico, ya no se diga las manos de otro, puede pasar en nuestras vidas de hoy día por algo comparable a una obsesión.

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