5 de febrero, 2018.
Que Lula, el expresidente del Brasil, haya entrado a una prisión de Curitiba a cumplir una pena de 12 años de cárcel por corrupción ha dado origen a protestas masivas organizadas por el Partido de los Trabajadores y homenajes de gobiernos latinoamericanos tan poco democráticos como los de Venezuela o Nicaragua, algo que era previsible. Pero lo es menos que mucha gente honesta, socialistas, socialdemócratas y hasta liberales consideren que se ha cometido una injusticia contra un exmandatario que se preocupó mucho por combatir la pobreza y realizó la proeza de sacar, al parecer, a cerca de 30 millones de brasileños de la extrema pobreza cuando estuvo en el poder.
Artículo publicado en www.elpais.es 15/04/2018. Leer artículo completo