La enfermedad política de Trump. Por Ián Vásquez

01.08.2017

“Vamos a estar ganando tanto que se van a cansar de tanto ganar” fue un refrán de Donald Trump en su campaña, que tuvo como lema “Hacer a Estados Unidos grande de nuevo”. El poder político del partido Republicano que controla el presidente es histórico: controla la Casa Blanca, el Senado, la Cámara de Representantes y la mayoría de las legislaturas y gubernaturas a nivel estatal.

Aun así, no ha sabido gobernar. El fracaso la semana pasada en derogar el odiado plan de salud de Obama –promesa central de la campaña de Trump– es representativo de la ineptitud política del presidente estadounidense. Trump no tiene ideología que guíe su visión de país, y el plan republicano de salud que apoyó (hasta el momento en que era obvio que iba a fracasar y le retiró su apoyo) era peor –desde un punto de vista ideológico conservador o liberal– que el de Obama. Por eso, algunos senadores republicanos se rehusaron a votar por él. También es verdad que una vez que se crean beneficios estatales, son sumamente difíciles de reformar. Pero Trump no tiene demasiado interés en el contenido ni en los detalles de las políticas, ni tampoco en ejercer el poder tomando en cuenta las complejidades políticas.

Artículo publicando en www.elcomercio.pe 1/8/2017. Leer artículo completo