5 de enero de 2018.
Me sorprende que se haya vuelto común hablar, a propósito de las próximas elecciones presidenciales, de un enfrentamiento entre candidatos y partidos de izquierda y derecha. Sea cierto o no, Sergio Fajardo no acepta ninguna de estas dos etiquetas. Tampoco Germán Vargas Lleras. Y menos aún Álvaro Uribe Vélez, quien no por casualidad, sino por razones bien fundamentadas, bautizó su partido con el nombre de Centro Democrático. Ahora bien, debe de ser motivo de alta preocupación para él que un sector de militantes del CD nieguen su apoyo a Iván Duque por verlo ajeno a la derecha, ubicación ideológica que ellos reclaman para su partido.
Pues debo confesar que soy ajeno a estos dos rótulos. La explicación es muy simple: no creo en las ideologías. Quien me dio una buena explicación de este rechazo fue Jean-François Revel, notable pensador francés de quien me hice devoto amigo en París. Una ideología era vista por él como una mentirosa ilusión que retiene solo los hechos favorables a sus tesis y omite los que la contradicen. En el ideólogo predomina la necesidad psíquica de creer y no el deseo de saber.
Artículo publicando en www.eltiempo.com 05/01/2018. Leer artículo completo