Henry Hazlitt, autor sobre temas económicos, tuvo la facilidad para explicar con sencillez asuntos complejos. Un ejemplo de esto es su obra “Economía en una lección”, que a pesar de haberse publicado en 1946, hoy es más vigente que nunca.
La lección de este libro se refiere a la incapacidad de muchos gobernantes, “expertos” y economistas profesionales, de considerar dos cosas: (1) los efectos de largo plazo y (2) los impactos para toda la comunidad de las políticas públicas que proponen. Muchas de las “recetas mágicas” de algunos pseudo-economistas fallan en uno o en ambos aspectos.
Por ejemplo, pensar que el gasto público impulsará por sí mismo la actividad económica es una de las grandes falacias que ignoran la lección de Hazlitt debido a una razón muy sencilla: los recursos para ejercer el gasto provienen de una de dos fuentes: (1) mayores impuestos o (2) un mayor endeudamiento público. La primera necesariamente desplazará al gasto privado, que siempre es mucho más eficiente que el gasto público. Por otro lado, un mayor endeudamiento del gobierno rompe con el Pacto entre las Generaciones. Veamos.
Artículo publicado en www.ricardosalinas.com 28/6/2017. Leer artículo completo