1 de septiembre de 2018.
Mauricio Rojas, nombrado ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile por el presidente Sebastián Piñera el 9 de agosto de este año, tuvo que renunciar el día 13, es decir, menos de noventa horas después. Su velocísimo paso por el Gobierno se debió a una impecable operación de descrédito y calumnias de una izquierda que yo creía, ingenuo de mí, reformada y democrática. Me equivocaba: sigue siendo la misma que contribuyó, con su sectarismo extremista y retórica incendiaria e irreal en los tiempos de Salvador Allende, a destruir la democracia chilena y a llevar al poder al sanguinario régimen de Pinochet, que, por supuesto, la golpeó a mansalva.
Artículo publicado en www.elpais.com 1/09/2018. Leer artículo completo