13 de octubre de 2017.
El inesperado y terrible escándalo de corrupción que tiene confinado tras las rejas a Francisco Ricaurte, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, y enlodados a otros conocidos magistrados me ha hecho pensar como nunca en la flagrante injusticia de que ha sido víctima Andrés Felipe Arias, ahora solicitado en extradición por el Gobierno colombiano.
Su condena dio lugar a que desde entonces muchos colombianos creyeran en el supuesto escándalo de Agro Ingreso Seguro. Según lo divulgado entonces, Arias, como ministro de Agricultura, habría manejado a su antojo los fondos de tal entidad, otorgándoselos a ricos terratenientes a fin de lograr su apoyo cuando se lanzara como candidato a la presidencia. La evidencia de estos manejos irregulares quedaba confirmada cuando se descubrió que una poderosa familia de empresarios agrícolas de la Costa, como los Dávila, había fraccionado tramposamente sus fincas para obtener un triple beneficio de los recursos del programa AIS. Aceptando estas falsas imputaciones, el alto tribunal condenó a Arias por dos delitos: peculado por apropiación en favor de terceros y contratos sin el cumplimiento de requisitos.
Artículo publicando en www.eltiempo.com 13/10/2017. Leer artículo completo