11 de octubre de 2017.
Cuando leí en la prensa que la Presidenta Bachelet había expresado en una entrevista: “Hemos hecho mucho más que Piñera en cada una de las áreas”, recordé el típico voluntarismo del constructivismo social que busca, porfiadamente, crear e imponer desde el Estado políticas y soluciones sin conexión con la realidad ciudadana.
John Locke habría retratado irónicamente la actitud dogmática de los gobernantes despóticos con la famosa frase: “Si la realidad no coincide con mis palabras, peor para la realidad”. Ante la falta de coincidencias entre un mapa y la geografía que describe, la rigidez del constructivista queda en evidencia. Mientras el realista corrige el mapa adaptándolo a la geografía, el constructivista corrige la geografía de acuerdo a lo que señala el mapa.
El ejemplo del mapa del constructivista sirve para comprender las razones del fracaso del actual gobierno. La rigidez dogmática que hace prevalecer el mapa por sobre la geografía, es la misma que lleva a imponer y someterse al programa de gobierno por encima de la realidad. Ello explica los errores garrafales en el diagnóstico de la Nueva Mayoría y en el diseño e implementación de sus políticas públicas, especialmente en sus reformas.
Artículo publicando en www.latercera.com 11/10/2017. Leer artículo completo